Confesiones
Confieso indolencia
a mi opacidad
cuando en ocasiones me explico
como un libro abierto.
Sin palabras. Sin páginas.
Ciertamente sin libro.
Sin comentarios…
…
Y confieso que amo la vida,
tanto que no tengo miedo a perderla.
Sé que no pararía hasta encontrarla
de nuevo. Yo
o mis versos, me temo.
Madrid, 2015
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