sábado, 5 de diciembre de 2020

El universo Bécquer en imágenes. Tras las huellas de Gustavo (XIV)

 


Ser huérfano, pobre y de noble cuna, eran las condiciones que había que cumplir para acceder a la Escuela de Mareantes sita por aquellos años en el palacio de San Telmo. Gustavo cumplía esos requisitos y allí, con apenas diez años, estudió junto con su amigo Narciso Campillo, hasta que la escuela cerrara tras ser adquirida por los duques de Montpensier, quedando sesgada así toda posibilidad de que ambos poetas se convirtieran en pilotos de altura, cosmógrafos y navegantes. En la fachada norte, le levantan en la actualidad las efigies de los hijos ilustres de Sevilla, entre ellos, por supuesto, Gustavo.



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