que lo sepas
que sepas
que el aire
de la libertad
a veces
duele respirarlo de tan puro…
que sepas
que en mi
caso
a cada espiración
creo estar
contaminándolo
con tan
malos humos como llevo dentro en ocasiones…
que sepas
que el aire
de la libertad
asume el
riesgo de asumir
mis alientos
más impuros
en
considerable mayor proporción
que yo el
dolor de vivir sin atadura alguna…
que sepas
que el aire
de la libertad
a veces
duele de tan puro…
y es tanto y
tanto lo que a veces duele
que parece
como si del alma te arrancaran
de cuajo el
noray que tu corazón
clavó a
golpe de pálpitos
insistentes
en el muelle
que creyó
tierra firme para el resto de una vida…
tan agudo y
tan intenso y tanto y tanto a veces duele
que después
no puede
sino dejar
una indolente y pacífica
mar en calma
por delante
para
navegarla entre lágrimas
de una
cierta feliz tristeza en la mirada…
tanto a
veces duele…
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