Vientro.
Aire intestinal en movimiento.
Cajón de poemas, comentarios, artículos, noticias, reportajes, crónicas, notas varias, reflexiones, imágenes comentadas y todo aquello que me venga en ganas... Cuando me venga en ganas...
miércoles, 2 de octubre de 2019
martes, 1 de octubre de 2019
domingo, 21 de julio de 2019
Pasaparto (Palabroterías - CCXCVI)
Pasaparto.
Documento oficial para poder dar a luz fuera del país de origen o residencia en
virtud de los acuerdos internacionales que lo prescriban como imprescindible.
viernes, 19 de julio de 2019
miércoles, 17 de julio de 2019
domingo, 14 de julio de 2019
sábado, 13 de julio de 2019
viernes, 12 de julio de 2019
domingo, 7 de julio de 2019
Salto en Santo Domingo (Breves relatos - I)
Con inusitada rapidez y una movilidad impropia para sus
limitaciones, Xabier, sin que Íñigo pudiera intuirlo ni impedirlo, superó a
fuerza de brazos la barrera y cayó al suelo segundos antes del paso de la
manada. Correr el encierro no era posible, pero azuzar a los astados… Y lo
arrollaron. Íñigo saltó luego, tarde, ya para abrazar en auxilio el cuerpo de su
hermano, hendido de jirones blancos y pañuelitos de sangre brotándole por todo
el cuerpo.
Desde lo de la enfermedad de su hermano, Íñigo se había negado
a correr. Sin él, los encierros tenían menos aliciente. Xabier llegó a
proponerle que lo empujara en su silla de ruedas; pero las mañanas de julio de
los años últimos pasaron tras las barreras de Estafeta. Aquel año, no obstante,
Xabier prefirió la cuesta de Santo Domingo e Íñigo no puso pegas.
Un equipo médico se hizo urgentemente con la situación mientras
que Íñigo se maldecía, con desgarradores lamentos, por no haber presentido la
intención de su hermano.
-¡Íñigo…! ¡Íñigo…!
Íñigo, entre llantos, no acertaba a responderle viéndole entre
espasmos y temblores en el suelo.
-¡Íñigo…; no llores!-, suplicaba Xabier con lastimosos
gritos de consuelo y risueñas lágrimas-. ¡Íñigo…! ¡Hermano…! ¡Me duelen las
piernas…!
sábado, 6 de julio de 2019
viernes, 5 de julio de 2019
miércoles, 3 de julio de 2019
sábado, 29 de junio de 2019
jueves, 27 de junio de 2019
arenizaje (juanmanual de supervivencia - XXX)
arenizaje
abrí
los ojos…
creí
dar crédito
a la vi-
da… y
venci-
do volví
a cerrarlos…
sobre mi
nuca y
sobre mi
cuello caí-
a el peso
esférico del sol del dí-
a al orto… y
sobre mis
espaldas
todo un universo de existencia unánime parecí-
a querer
aplastar con su presión todo mi
leve ánimo y
mi
voluntad de
supervivencia y
a duras
penas me dejaba respirar con la hondura que preci-
sa un
náufrago recién arenizado en la ori-
lla del fir-
me li-
toral…
abrí
los ojos… vi
la mano de
mi
brazo
izquierdo… y
venci-
do volví
a cerrarlos…
sentí
mis
brazos
atados a la arena con maromas de agotamiento… mis
extremidades
nada nadaban… temí
por mis
brazos
abrazados al aparente abandono… al olvi-
do… al
princi-
pio de un
posi-
ble fin…
nunca en
ninguna otra ocasión antes mis
remos tan
en-
callados
silenciaron tan-
tas ganas de
vivir…
abrí
los ojos…
moví
los dedos de
mi
mano
izquierda… y
creí
creer…
venci-
do volví
a cerrarlos…
observar
hundi-
dos los
dedos en la arena tiene un punto mís-
tico que te
conecta con el hi-
pocentro del
lati-
do del
corazón terrestre… ahí
se les da
carga de energí-
a a las pi-
las de las
de las
tomas de
tierra inclui-
das…
moví
los dedos
hundi-
dos en la
arena de confusa maña… torpe pianis-
ta tocando
en la infini-
ta escala de
las granuladas teclas…
abrí
los ojos… y
vencí
al peso del
agotamiento…
al peso de
la casi no existencia…
al peso
universal
con todas
sus pupilas estelares atenuadas por el azul pisándome…
al
contrapeso de la arena…
a la
pesadumbre del naufragio voluntario…
o tal vez no
tan voluntario…
en la
solidaridad de esta solitaria isla…
la playa no
me echó una mano… hizo más…
descorrió
sus salivosas sábanas sobre mi cuerpo
y vistió mi
desmayo con el dulce escalofrío del aliento vital
calándome
hasta el tuétano de mis morenos huesos…
mis
temblores y la bajamar en ciernes se encargaron del resto
y el sol en
su elevación también acusándome
de no muerto
con sus indicativos rayos incisivos…
desde
entonces camino de cabotaje
por este
litoral
y las
huellas de mis pasos por los arenosos días
son visuales
ecos de mi errancia
por la playa
encontrada en la isla perdida…
Barbaridad de princesita de diez años (Suelta de amarres - LIII)
Tú eres una señora
y tú eres un señoro.
miércoles, 26 de junio de 2019
Labradores de mares (Todo el mar - XII)
Labradores de mares,
marineros de tierra:
no agotéis vuestra esperanza
ni las bondades de vuestro sustento.
martes, 25 de junio de 2019
vente conmigo a buscar el mundo (juanmanual de supervivencia - XXIX)
vente conmigo a buscar el mundo
vente
conmigo a buscar el mundo…
deja rodar
la tierra planeta…
hoy
buscaremos cuantas estrellas
quieran
fugarse con nuestro sino…
vente
conmigo a buscar el mundo…
visitaremos
planetas nuevos
en las
dispersas constelaciones
de las
galaxias del más allá…
vente
conmigo a buscar el mundo…
no des más
vueltas a la cabeza…
es tan
cansado ir tropezándose
con esta
piedra cada segundo…
vente
conmigo a buscar el mundo…
el punto
cero de la salida
del infinito
que imaginamos
apenas luce
el primer lucero…
vente
conmigo a buscar el mundo…
a ver si
damos con el principio
ahora que
todo da la impresión
de ir
rápidamente acabándose…
vente conmigo
a buscar el mundo…
que el mundo
no sabe que existimos…
de qué nos
sirve que exista el mundo
si no lo
vamos a conocer…
vente
conmigo a buscar el mundo…
demos
plantón a las horas muertas…
y a las que
lleguen en el futuro
las
perderemos de un esquinazo…
vente
conmigo a buscar el mundo…
a conocer
civilizaciones
que no
entendamos ni nos entiendan…
allí está
nuestro conocimiento…
vente
conmigo a buscar el mundo…
lejos de
calles… lejos de redes…
lejos de
todos los avatares…
más lejos…
un poco más allá…
vente
conmigo a buscar el mundo…
una tragedia
será quedarnos…
qué nos
espera aquí sino suerte
harta de
inexorabilidades…
y con tantas
estrellas de vida en el cielo esperándonos…
lunes, 24 de junio de 2019
Hoy te vas con el mar (Todo el mar - XI)
Hoy te vas con el mar,
hoy te vas sin pagar:
esta noche no te cobro.
Hoy te irás, ¿volverás?
Luego ya me dirás:
esta noche no te cobro.
Y de volver, ¿vendrías?
Yo contaría los días:
esta noche no te cobro.
De venir, ¿me amarás
y luego zarparás?:
esta noche no te cobro.
De zarpar, ¿llevarías
contigo penas mías?:
esta noche no te cobro.
sábado, 22 de junio de 2019
viernes, 21 de junio de 2019
paradógica reafirmación (juanmanual de supervivencia - XXVIII)
paradójica reafirmación
sí…
sí…
sí…
afirmativamente…
sí…
de todos
modos…
sí…
siempre sí…
a todo… sí…
por qué no sí…
sin pudor
alguno… sí…
con total
aceptación… sí…
por
supuestísimo que
sí…
sí…
sí…
¿a que
sí…?...
¡pues claro
que sí…!...
¿te
atreves…?...
di que sí…
sin
condicionales…
sí…
sin pero
alguno…
sí…
¿acaso está
prohibido decir no…?...
¡pues
sí…!...
¿acaso está
prohibido decir sí…?...
¿Desmesura con Juan Carlos Aragón? (He vivido carnavales como para escribir estas cosas - II)
La envidia es una enfermedad que nace del corazón, ataca
directamente a la mente y baja por el esófago quemando y provocando ardores
-ardentías que decimos por aquí- que nos llevan a acabar con las existencias de
Pantoprazol y Almax de cualquier farmacia. En Cádiz, la envidia corroe como la
humedad del mar hecha salitre. Y que me digan a mí cómo corroe el salitre que
me ha dejado la bicicleta en la UCI y al borde del punto limpio. Conclusión: la
envidia es muy mala.
Sirvan estas palabras previas de introducción del cuerpo del artículo y pasemos al desarrollo del título, que es lo que nos trae a sentarnos a escribir estas palabras. Juan Carlos Aragón fue genio y figura en vida, y ahora, un mes y unos días después de su fallecimiento, la dimensión de su figura genial sigue en proceso de expansión. En vida, se tiraba un pedo en la playa y era comidilla a las pocas horas desde Cortadura hasta La Caleta. Hiciera lo que hiciera, sacara lo que sacara en el concurso del Falla, por una razón u otra era el tema de conversación al día siguiente en las barras de los bares, entre los estudiantes de los institutos, en las paradas de los taxis, en las salas de espera de los centros de salud, en los pasillos del hospital y en los medios de comunicación. Por supuesto, las redes sociales echaban humo.
Cierto es que esto no era exclusivo en Juan Carlos. No hay que hacer alarde de mucha memoria para saber recordar que el gran precursor de este tipo de situaciones fue Antonio Martínez Ares, el verdadero revolucionario del mundo de la comparsa, el gran genio (para mí) de nuestros Carnavales, el que en veinte años lo cambió todo empezando prácticamente de niño. Siempre he defendido un ranking, muy personal, en el mundo de la comparsa: primero está el dios Paco Alba, por cuya culpa culpita nació la modalidad de las pasiones; a su derecha sentado está Antonio Martín, su primer discípulo y el que sentó las bases de la comparsa más gaditana; y a la izquierda de Paco se sienta Martínez Ares, como he dicho, el gran revolucionario de la modalidad. Todo ello sin olvidar, por supuesto, todo un elenco de querubes que han hecho de la comparsa lo que es, y aquí están mi querido, admirado y siempre recordado Enrique Villegas, su hijo Paco, Bustelo, Bustos, el poeta de Santa María Pedro Romero, Ripoll, y todo un elenco de actores, autores y grupos, que han hecho y que en la actualidad hacen que la comparsa respire con vida a pesar de los pesares, de los duelos funestos y de los descansos que algunos con todo derecho se permiten. Pero si algo tiene la memoria es que cuando quiere olvidar, olvida aunque se acuerde de todo. Así de malvada es la memoria muchas veces, sí.
Pero ahora hablaba concretamente de Antonio Martínez Ares. Y estoy seguro de que si la desgracia de lo inexorable se hubiera afincado en el cuerpo y alma de mi amigo y hermano, lo que ha ocurrido y está ocurriendo con Juan Carlos Aragón se habría multiplicado por dos. O por tres, no sé. La talla de Juan Carlos es, y hablo en presente, inconmensurable. Pero la de El Niño, la de El Loco... Juan Carlos se ha convertido en mito, en leyenda, habiéndonos dejado tan joven, en la flor de su creatividad. Antonio lo hizo en vida y con veinte años menos. Afortunadamente, Martínez Ares sigue entre nosotros, y que así sea por muchas décadas, y aunque ha recibido ya honores y reconocimiento de toda clase, por lo visto no le toca recibir los parabienes que está recibiendo Juan Carlos, que, por otro lado, ha tenido que morirse para que se le reconociera su forma de hacer Carnaval, su forma de escribir, dos peldaños por encima del resto, con toda loa y consideración. Más que merecida. Pero la envidia en muy mala, y en Cádiz corroe, por eso a Antonio no le toca todavía.
En virtud del título del artículo, quiero defender mi cometido y asegurar que no estoy yéndome por las ramas. Estoy, digamos que, cuadriculando el contenido del texto. Y creo que ya es el momento de efectivamente profundizar en el asunto. Un mes y días después de fallecido, Juan Carlos continúa recibiendo todo tipo de homenajes de facto y de propósito. Como debe ser. Lo lastimoso tal vez sea que, por ejemplo, Pedro Romero al írsenos no tuviera la oportunidad siquiera -porque al parecer por cuestiones funerarias así se le negó- la posibilidad de pasear, en cuerpo presente y en su féretro, por Santa María para despedirse de su Nazareno con el que tanto reñía. Igual fue culpa del pueblo, que no supo levantarse en armas, si hubiera sido preciso, para que su poeta tuviera el funeral que mereció. Pero el pasado es pasado y toca hablar de futuro. Y con la muerte de Juan Carlos si hay algo es futuro por delante: así de grande fue y es este hombre. Porque, después de lo ocurrido con él, ¿a quién se le va a negar ahora la capilla ardiente en el Gran Teatro Falla cuando le llegue el momento si se trata de uno de los grandes? Aquí también ha sentado cátedra Juan Carlos.
Está claro que la figura de Juan Carlos es una y las de la inmensa mayoría de los carnavaleros es otra. Pero también ya quisiera el 99 por ciento del panorama musical español o mundial tener un homenaje como el que ha tenido Juan Carlos tras su muerte, con seguidores reuniéndose en las plazas de su país cantando a coro sus coplas. Eso queda reservado para los más grandes. Y ni siquiera alguno de los más grandes han logrado un homenaje de este calibre. Pues con el mundo del Carnaval pasa un tanto de lo mismo. El Falla no va a abrir sus puertas para despedir a todos los autores o a todos los copleros en general que han dado gloria a Cádiz y a su fiesta. Imagino que eso quedará reservado para unos. Yo, por ejemplo, que me tiro un pedo y no lo huele ni el viento, no pienso en contar con tales honores (¡yo!, jajaja…, que tengo ideas de sobra para hacer comparsa para el 2020 y a estas alturas no tengo ni grupo ni visos de tenerlo). Bastante tengo ya con haber nacido al lado del Falla, justo frente por frente de la puerta lateral por donde entran las agrupaciones para actuar –eso no pueden decirlo muchos-. Hay escalafones y divisiones y yo sigo luchando por pasar a Regional Preferente. ¿Pero quién va a negar que se abra el Falla para la capilla ardiente de tantos buenos copleros que juegan en primera división y tienen varias champions leagues y botas de oro en su haber?
El fervor popular y la admiración colectiva del mundo del Carnaval reclaman para Juan Carlos Aragón el Antifaz de Oro, la máxima distinción que recibe un coplero. Creo que está más que merecida. Aunque sea a título póstumo. No obstante, pienso que a él tampoco le hacía mucha gracia eso. También se solicita para gloria de su nombre una calle, estrella en los aledaños del Falla y el título de hijo predilecto de la ciudad. Pues sí, por qué no. Ya va siendo hora de que a nuestra gente se la reconozca como se merece. Y, qué duda cabe, Juan Carlos lo merece (dudar, dudarán los enfermos envidiosos, como siempre; pero estos dudan casi de todo; incluso de ellos mismos). Y la medalla de oro de Andalucía; y la de las Bellas Artes. Y yo también apoyo estas últimas distinciones. Porque elevar a los más altos niveles de la consideración artística la creatividad en esta fiesta es algo que va con mucho retraso y en este sentido queda mucho por hacer. Y porque así atacamos al cáncer de la envidia en toda su extensión, porque si Cádiz es una ciudad de envidiosos corrosivos como el salitre es por culpita de estar situada en España, el país de la envidia por excelencia. Y repito, que esto no quede en algo exclusivo a la figura de Juan Carlos: a ver si los gaditanos espabilamos y nos movemos y respaldamos reconocimientos similares para otras figuras de nuestra fiesta, de nuestra cultura y de nuestra sociedad, que son muchos los que lo merecen y nadie se acuerda de ellos; aunque bueno, ya morirán algún día y recibirán todas las coronas y alabanzas habidas y por haber. Ah, y lo del Caminito del Falla me parece el mejor de los homenajes que se le puede hacer.
La última reivindicación que se hace para gloria de Juan Carlos Aragón es poner su nombre a un colegio. En concreto al colegio Andalucía. Pero aquí sí que tengo mis discrepancias.
La primera, Andalucía es un nombre insustituible en un colegio (creo que al propio Juan Carlos se le caería la cara de vergüenza). No quiero ser patriotero barato pero sí un defensor de mis cosas, y Andalucía es cosa mía como andaluz que soy y pienso que en todas las ciudades del mundo tenía que existir un colegio con el nombre de Andalucía.
La segunda, destacar la figura de Juan Carlos como profesor sería tan impropio como destacar la figura de cualquier maestro de escuela por hacer una chirigota en su colegio concediéndole el Antifaz de Oro o proclamándolo Dios Momo. Juan Carlos no era relevante como profesor de escuela sino como autor de Carnaval. ¿Habrá profesores que por su trayectoria docente merezcan que su nombre se eleve a la gloria de nombre de un colegio? Imagino que muchos. A puñados. Y Juan Carlos, por no tener, no tenía ni plaza fija, que todo hay que decirlo. La idea de que un colegio lleve el nombre de Juan Carlos Aragón me parece una idea que cuenta con todo mi apoyo. Que lleve el nombre de Profesor Juan Carlos Aragón, no; me parece una catetada y una falta de respeto al mundo de la docencia. Y, ya de paso y para que quede bien clarito, reitero: sustituir el nombre de Andalucía por el de Juan Carlos Aragón en un colegio de Cádiz, me parece una cateta, una falta de respeto a mi tierra, un improperio y un alarde de ignorancia supina que pone de manifiesto que, lo mismo que hay profesores que merecen que sus nombres se conviertan en nombres de colegios, hay profesores que no merecen estar ni de profesores en colegio alguno si hacen propuestas como estas.
Por lo demás, ya digo, me encanta que los colegios de Cádiz puedan llevar nombres (o sobrenombres, por qué no) de nuestros copleros. No me parecería mal, por ejemplo, el nombre de Andalucía-Juan Carlos Aragón. Y así con todos los grandes protagonistas de nuestra fiesta. Y eso sí que sería un homenaje a nuestros copleros y a nuestro Carnaval.
Creo que me he despachado bien en este artículo pero, al igual que hice una introducción, me gustaría seguir despachándome un poco más a modo de epílogo. Y quiero que mis últimas frases vayan dedicadas a la gente valiente, como por ejemplo, a los que con un falso nombre se han registrado para hacer comentarios de la noticia publicada por el Diario de Cádiz sobre este asunto del nombre del colegio.
Empiezo: al tal Eldo, le digo que para referirse como “mamarracho” a cualquier persona hay que tener la valentía de firmar con nombre y apellidos, porque de lo contrario el único mamarracho que queda en evidencia es él.
Al tal Cobra, que también opina con desprecio de Juan Carlos Aragón como profesor, le digo lo mismo; hay que ser valiente y firmar, de lo contrario se cae en la hijoputez anónima de la él que hace gala.
Al Kadiz79, le pregunto si escucha algún tipo de música y si ignora que la droga y el sexo no son dos circunstancias del rock y del Carnaval con exclusividad, sino también de toda la música (incluida la más culta y clásica), del arte en general y de la vida misma; si se quiere ser ignorante, séase ignorante; si se quiere ser hipócrita, séase hipócrita; pero séase lo que se sea, que se sea con dignidad. Además le añado que el Carnaval no es la octava maravilla; aquí en Cádiz es la segunda después de Cádiz mismo. Y por último, le digo que, como no insulta, no tiene necesidad de firmar para expresar su opinión libremente.
Al Andaluz33, le digo que estoy con él.
Al Mariobross, le digo que es tonto del culo y yo a los tontos del culo ni les respondo. Que ni les hago caso, vamos.
Al Tomhas, le digo que expresa su opinión libremente y que lo respeto.
Al elmismo, le invito a que escriba una callera y no pierda tiempo en foros. Aunque, eso sí, que haga lo que quiera.
Al Sevilla90, le digo que no sea tan tremendista, que si es de Sevilla con él no va la cosa siendo una propuesta para un colegio de Cádiz. Eso sí, no me importa en absoluto que exprese su opinión y menos aún si le interesan más las cosas de mi Cádiz que de su ciudad. Y a saber en manos de quién están sus hijos. Si los tiene.
A la lara, sacando la fiesta del Kichi a la luz en este tema, le pregunto de qué partido es, del PP, de Ciudadanos o de Vox.
Al francesc solo puedo pedirle que lea más y que estudie, que es muy bueno para la salud mental y contra la terrible enfermedad de la ignorancia. (Aplaudo las respuestas de Andaluz33, Pepeelgordo y Blas-Infante).
Al betis0007, le digo que si tiene problemas de diarrea y le da la risa floja, que tome Imodium y, sobre todo, que no beba más agua de Bajo de Guía.
Al betis0007, le digo que si tiene problemas de diarrea y le da la risa floja, que tome Imodium y, sobre todo, que no beba más agua de Bajo de Guía. (Soy consciente de que este último párrafo está repetido, pero es que el mensaje de betis0007 en el foro del diario también lo está).
Al Pick25, le digo que en parte, solo en parte, estoy con él. Pero si encima dejamos que en Cádiz las cosas dejen de girar en torno al Carnaval, la Semana Santa, el fútbol y todo el fiesteo, no sé qué vamos a hacer. Más valdría entonces apagar la luz, echar el cierro en las Puertas de Tierra e irnos.
Al Morao, le digo que antes de hablar se quite el morazo. Que destacar a una figura del arte no significa menospreciar a nadie del mundo de la ciencia. A cada uno lo suyo.
Al Asterion, decirle que es un claro ejemplo de afectado por el triste y terrible síntoma de mentalidad antigaditana. Y ya está. Para qué añadir más.
Al Anguel, le doy gracias por hablar en plural e incluirse. Y a Pick25 también.
Al Pepeelgordo, le digo que, es su opinión, tan respetable como la mía y la de cualquiera.
Al Aeropuerto74, le proponga que coja un vuelo cuanto antes a cualquier sitio y que desfogue.
Al Beduino, le pregunto que si la culpa de que Cádiz vaya así es por tratar de reconocer a uno de nuestros mejores copleros.
Al breezy, le digo que estoy de acuerdo a medias con lo que dice. Y si es cierto que las aulas de educación especial en el colegio Andalucía han desaparecido por culpa del director, ese director sobra. Pero ya. Eso sí, que firme la opinión, que acusar desde el anonimato no es muy convincente. En cuanto a esto que dice y transcribo: “Además no creo que haya que mezclar churras con merinas cuando defiende que el cambio de nombre facilitará, fuera de Cádiz, la identificación del Centro con su entorno. De verdad esto se sostiene? O es que el Centro no tiene una dirección, un código postal, una codificación en Séneca distinta a los demás? Que le quiere dar otra identidad al colegio. Y si no hubiese fallecido entonces, de dónde se sacaba la nueva identidad?”, solo puedo decir que es lo más coherente que he leído sobre este asunto.
Y, para finalizar, al Diario de Cádiz le pido una comisión por las visitas que va a tener la noticia por parte de la gente que quiera revisar los comentarios y cotejarlos con los míos.
PD.: Así era y es Juan Carlos Aragón: genio y figura antes y después de su sepultura. Gloria para su nombre y para su obra. Y como sé que este artículo va a leerlo mucha gente, aprovecho para hacer una pregunta: ¿Hay algún director de comparsa dispuesto a echarse al hombro mi comparsa para 2020 y que, si no lo cambio, pretende llamarse ‘El dragón del mar’? Gracias por la atención. Buenos días.
Sirvan estas palabras previas de introducción del cuerpo del artículo y pasemos al desarrollo del título, que es lo que nos trae a sentarnos a escribir estas palabras. Juan Carlos Aragón fue genio y figura en vida, y ahora, un mes y unos días después de su fallecimiento, la dimensión de su figura genial sigue en proceso de expansión. En vida, se tiraba un pedo en la playa y era comidilla a las pocas horas desde Cortadura hasta La Caleta. Hiciera lo que hiciera, sacara lo que sacara en el concurso del Falla, por una razón u otra era el tema de conversación al día siguiente en las barras de los bares, entre los estudiantes de los institutos, en las paradas de los taxis, en las salas de espera de los centros de salud, en los pasillos del hospital y en los medios de comunicación. Por supuesto, las redes sociales echaban humo.
Cierto es que esto no era exclusivo en Juan Carlos. No hay que hacer alarde de mucha memoria para saber recordar que el gran precursor de este tipo de situaciones fue Antonio Martínez Ares, el verdadero revolucionario del mundo de la comparsa, el gran genio (para mí) de nuestros Carnavales, el que en veinte años lo cambió todo empezando prácticamente de niño. Siempre he defendido un ranking, muy personal, en el mundo de la comparsa: primero está el dios Paco Alba, por cuya culpa culpita nació la modalidad de las pasiones; a su derecha sentado está Antonio Martín, su primer discípulo y el que sentó las bases de la comparsa más gaditana; y a la izquierda de Paco se sienta Martínez Ares, como he dicho, el gran revolucionario de la modalidad. Todo ello sin olvidar, por supuesto, todo un elenco de querubes que han hecho de la comparsa lo que es, y aquí están mi querido, admirado y siempre recordado Enrique Villegas, su hijo Paco, Bustelo, Bustos, el poeta de Santa María Pedro Romero, Ripoll, y todo un elenco de actores, autores y grupos, que han hecho y que en la actualidad hacen que la comparsa respire con vida a pesar de los pesares, de los duelos funestos y de los descansos que algunos con todo derecho se permiten. Pero si algo tiene la memoria es que cuando quiere olvidar, olvida aunque se acuerde de todo. Así de malvada es la memoria muchas veces, sí.
Pero ahora hablaba concretamente de Antonio Martínez Ares. Y estoy seguro de que si la desgracia de lo inexorable se hubiera afincado en el cuerpo y alma de mi amigo y hermano, lo que ha ocurrido y está ocurriendo con Juan Carlos Aragón se habría multiplicado por dos. O por tres, no sé. La talla de Juan Carlos es, y hablo en presente, inconmensurable. Pero la de El Niño, la de El Loco... Juan Carlos se ha convertido en mito, en leyenda, habiéndonos dejado tan joven, en la flor de su creatividad. Antonio lo hizo en vida y con veinte años menos. Afortunadamente, Martínez Ares sigue entre nosotros, y que así sea por muchas décadas, y aunque ha recibido ya honores y reconocimiento de toda clase, por lo visto no le toca recibir los parabienes que está recibiendo Juan Carlos, que, por otro lado, ha tenido que morirse para que se le reconociera su forma de hacer Carnaval, su forma de escribir, dos peldaños por encima del resto, con toda loa y consideración. Más que merecida. Pero la envidia en muy mala, y en Cádiz corroe, por eso a Antonio no le toca todavía.
En virtud del título del artículo, quiero defender mi cometido y asegurar que no estoy yéndome por las ramas. Estoy, digamos que, cuadriculando el contenido del texto. Y creo que ya es el momento de efectivamente profundizar en el asunto. Un mes y días después de fallecido, Juan Carlos continúa recibiendo todo tipo de homenajes de facto y de propósito. Como debe ser. Lo lastimoso tal vez sea que, por ejemplo, Pedro Romero al írsenos no tuviera la oportunidad siquiera -porque al parecer por cuestiones funerarias así se le negó- la posibilidad de pasear, en cuerpo presente y en su féretro, por Santa María para despedirse de su Nazareno con el que tanto reñía. Igual fue culpa del pueblo, que no supo levantarse en armas, si hubiera sido preciso, para que su poeta tuviera el funeral que mereció. Pero el pasado es pasado y toca hablar de futuro. Y con la muerte de Juan Carlos si hay algo es futuro por delante: así de grande fue y es este hombre. Porque, después de lo ocurrido con él, ¿a quién se le va a negar ahora la capilla ardiente en el Gran Teatro Falla cuando le llegue el momento si se trata de uno de los grandes? Aquí también ha sentado cátedra Juan Carlos.
Está claro que la figura de Juan Carlos es una y las de la inmensa mayoría de los carnavaleros es otra. Pero también ya quisiera el 99 por ciento del panorama musical español o mundial tener un homenaje como el que ha tenido Juan Carlos tras su muerte, con seguidores reuniéndose en las plazas de su país cantando a coro sus coplas. Eso queda reservado para los más grandes. Y ni siquiera alguno de los más grandes han logrado un homenaje de este calibre. Pues con el mundo del Carnaval pasa un tanto de lo mismo. El Falla no va a abrir sus puertas para despedir a todos los autores o a todos los copleros en general que han dado gloria a Cádiz y a su fiesta. Imagino que eso quedará reservado para unos. Yo, por ejemplo, que me tiro un pedo y no lo huele ni el viento, no pienso en contar con tales honores (¡yo!, jajaja…, que tengo ideas de sobra para hacer comparsa para el 2020 y a estas alturas no tengo ni grupo ni visos de tenerlo). Bastante tengo ya con haber nacido al lado del Falla, justo frente por frente de la puerta lateral por donde entran las agrupaciones para actuar –eso no pueden decirlo muchos-. Hay escalafones y divisiones y yo sigo luchando por pasar a Regional Preferente. ¿Pero quién va a negar que se abra el Falla para la capilla ardiente de tantos buenos copleros que juegan en primera división y tienen varias champions leagues y botas de oro en su haber?
El fervor popular y la admiración colectiva del mundo del Carnaval reclaman para Juan Carlos Aragón el Antifaz de Oro, la máxima distinción que recibe un coplero. Creo que está más que merecida. Aunque sea a título póstumo. No obstante, pienso que a él tampoco le hacía mucha gracia eso. También se solicita para gloria de su nombre una calle, estrella en los aledaños del Falla y el título de hijo predilecto de la ciudad. Pues sí, por qué no. Ya va siendo hora de que a nuestra gente se la reconozca como se merece. Y, qué duda cabe, Juan Carlos lo merece (dudar, dudarán los enfermos envidiosos, como siempre; pero estos dudan casi de todo; incluso de ellos mismos). Y la medalla de oro de Andalucía; y la de las Bellas Artes. Y yo también apoyo estas últimas distinciones. Porque elevar a los más altos niveles de la consideración artística la creatividad en esta fiesta es algo que va con mucho retraso y en este sentido queda mucho por hacer. Y porque así atacamos al cáncer de la envidia en toda su extensión, porque si Cádiz es una ciudad de envidiosos corrosivos como el salitre es por culpita de estar situada en España, el país de la envidia por excelencia. Y repito, que esto no quede en algo exclusivo a la figura de Juan Carlos: a ver si los gaditanos espabilamos y nos movemos y respaldamos reconocimientos similares para otras figuras de nuestra fiesta, de nuestra cultura y de nuestra sociedad, que son muchos los que lo merecen y nadie se acuerda de ellos; aunque bueno, ya morirán algún día y recibirán todas las coronas y alabanzas habidas y por haber. Ah, y lo del Caminito del Falla me parece el mejor de los homenajes que se le puede hacer.
La última reivindicación que se hace para gloria de Juan Carlos Aragón es poner su nombre a un colegio. En concreto al colegio Andalucía. Pero aquí sí que tengo mis discrepancias.
La primera, Andalucía es un nombre insustituible en un colegio (creo que al propio Juan Carlos se le caería la cara de vergüenza). No quiero ser patriotero barato pero sí un defensor de mis cosas, y Andalucía es cosa mía como andaluz que soy y pienso que en todas las ciudades del mundo tenía que existir un colegio con el nombre de Andalucía.
La segunda, destacar la figura de Juan Carlos como profesor sería tan impropio como destacar la figura de cualquier maestro de escuela por hacer una chirigota en su colegio concediéndole el Antifaz de Oro o proclamándolo Dios Momo. Juan Carlos no era relevante como profesor de escuela sino como autor de Carnaval. ¿Habrá profesores que por su trayectoria docente merezcan que su nombre se eleve a la gloria de nombre de un colegio? Imagino que muchos. A puñados. Y Juan Carlos, por no tener, no tenía ni plaza fija, que todo hay que decirlo. La idea de que un colegio lleve el nombre de Juan Carlos Aragón me parece una idea que cuenta con todo mi apoyo. Que lleve el nombre de Profesor Juan Carlos Aragón, no; me parece una catetada y una falta de respeto al mundo de la docencia. Y, ya de paso y para que quede bien clarito, reitero: sustituir el nombre de Andalucía por el de Juan Carlos Aragón en un colegio de Cádiz, me parece una cateta, una falta de respeto a mi tierra, un improperio y un alarde de ignorancia supina que pone de manifiesto que, lo mismo que hay profesores que merecen que sus nombres se conviertan en nombres de colegios, hay profesores que no merecen estar ni de profesores en colegio alguno si hacen propuestas como estas.
Por lo demás, ya digo, me encanta que los colegios de Cádiz puedan llevar nombres (o sobrenombres, por qué no) de nuestros copleros. No me parecería mal, por ejemplo, el nombre de Andalucía-Juan Carlos Aragón. Y así con todos los grandes protagonistas de nuestra fiesta. Y eso sí que sería un homenaje a nuestros copleros y a nuestro Carnaval.
Creo que me he despachado bien en este artículo pero, al igual que hice una introducción, me gustaría seguir despachándome un poco más a modo de epílogo. Y quiero que mis últimas frases vayan dedicadas a la gente valiente, como por ejemplo, a los que con un falso nombre se han registrado para hacer comentarios de la noticia publicada por el Diario de Cádiz sobre este asunto del nombre del colegio.
Empiezo: al tal Eldo, le digo que para referirse como “mamarracho” a cualquier persona hay que tener la valentía de firmar con nombre y apellidos, porque de lo contrario el único mamarracho que queda en evidencia es él.
Al tal Cobra, que también opina con desprecio de Juan Carlos Aragón como profesor, le digo lo mismo; hay que ser valiente y firmar, de lo contrario se cae en la hijoputez anónima de la él que hace gala.
Al Kadiz79, le pregunto si escucha algún tipo de música y si ignora que la droga y el sexo no son dos circunstancias del rock y del Carnaval con exclusividad, sino también de toda la música (incluida la más culta y clásica), del arte en general y de la vida misma; si se quiere ser ignorante, séase ignorante; si se quiere ser hipócrita, séase hipócrita; pero séase lo que se sea, que se sea con dignidad. Además le añado que el Carnaval no es la octava maravilla; aquí en Cádiz es la segunda después de Cádiz mismo. Y por último, le digo que, como no insulta, no tiene necesidad de firmar para expresar su opinión libremente.
Al Andaluz33, le digo que estoy con él.
Al Mariobross, le digo que es tonto del culo y yo a los tontos del culo ni les respondo. Que ni les hago caso, vamos.
Al Tomhas, le digo que expresa su opinión libremente y que lo respeto.
Al elmismo, le invito a que escriba una callera y no pierda tiempo en foros. Aunque, eso sí, que haga lo que quiera.
Al Sevilla90, le digo que no sea tan tremendista, que si es de Sevilla con él no va la cosa siendo una propuesta para un colegio de Cádiz. Eso sí, no me importa en absoluto que exprese su opinión y menos aún si le interesan más las cosas de mi Cádiz que de su ciudad. Y a saber en manos de quién están sus hijos. Si los tiene.
A la lara, sacando la fiesta del Kichi a la luz en este tema, le pregunto de qué partido es, del PP, de Ciudadanos o de Vox.
Al francesc solo puedo pedirle que lea más y que estudie, que es muy bueno para la salud mental y contra la terrible enfermedad de la ignorancia. (Aplaudo las respuestas de Andaluz33, Pepeelgordo y Blas-Infante).
Al betis0007, le digo que si tiene problemas de diarrea y le da la risa floja, que tome Imodium y, sobre todo, que no beba más agua de Bajo de Guía.
Al betis0007, le digo que si tiene problemas de diarrea y le da la risa floja, que tome Imodium y, sobre todo, que no beba más agua de Bajo de Guía. (Soy consciente de que este último párrafo está repetido, pero es que el mensaje de betis0007 en el foro del diario también lo está).
Al Pick25, le digo que en parte, solo en parte, estoy con él. Pero si encima dejamos que en Cádiz las cosas dejen de girar en torno al Carnaval, la Semana Santa, el fútbol y todo el fiesteo, no sé qué vamos a hacer. Más valdría entonces apagar la luz, echar el cierro en las Puertas de Tierra e irnos.
Al Morao, le digo que antes de hablar se quite el morazo. Que destacar a una figura del arte no significa menospreciar a nadie del mundo de la ciencia. A cada uno lo suyo.
Al Asterion, decirle que es un claro ejemplo de afectado por el triste y terrible síntoma de mentalidad antigaditana. Y ya está. Para qué añadir más.
Al Anguel, le doy gracias por hablar en plural e incluirse. Y a Pick25 también.
Al Pepeelgordo, le digo que, es su opinión, tan respetable como la mía y la de cualquiera.
Al Aeropuerto74, le proponga que coja un vuelo cuanto antes a cualquier sitio y que desfogue.
Al Beduino, le pregunto que si la culpa de que Cádiz vaya así es por tratar de reconocer a uno de nuestros mejores copleros.
Al breezy, le digo que estoy de acuerdo a medias con lo que dice. Y si es cierto que las aulas de educación especial en el colegio Andalucía han desaparecido por culpa del director, ese director sobra. Pero ya. Eso sí, que firme la opinión, que acusar desde el anonimato no es muy convincente. En cuanto a esto que dice y transcribo: “Además no creo que haya que mezclar churras con merinas cuando defiende que el cambio de nombre facilitará, fuera de Cádiz, la identificación del Centro con su entorno. De verdad esto se sostiene? O es que el Centro no tiene una dirección, un código postal, una codificación en Séneca distinta a los demás? Que le quiere dar otra identidad al colegio. Y si no hubiese fallecido entonces, de dónde se sacaba la nueva identidad?”, solo puedo decir que es lo más coherente que he leído sobre este asunto.
Y, para finalizar, al Diario de Cádiz le pido una comisión por las visitas que va a tener la noticia por parte de la gente que quiera revisar los comentarios y cotejarlos con los míos.
PD.: Así era y es Juan Carlos Aragón: genio y figura antes y después de su sepultura. Gloria para su nombre y para su obra. Y como sé que este artículo va a leerlo mucha gente, aprovecho para hacer una pregunta: ¿Hay algún director de comparsa dispuesto a echarse al hombro mi comparsa para 2020 y que, si no lo cambio, pretende llamarse ‘El dragón del mar’? Gracias por la atención. Buenos días.
jueves, 20 de junio de 2019
Diosa madre mía (Todo el mar - X)
Diosa madre mía, mar de las canciones,
toda amor, toda mar,
hija de los más bellos jardines
enriquecidos con rioladas de lodos y aguas
que hace milenios
surcaron purpúreos fundadores.
Bendita seas.
Padre mío (Todo el mar - IX)
Padre mío, mi Dios, el Enviado, hijo
de un hambre generacional
y luego almadrabero niño y joven premiado
con la heraclida luz del templo
que antes fue del divino Melkart.
Bendito seas.
miércoles, 19 de junio de 2019
El amor y el humor (Picotazos de gorrión - VII)
El
amor y el humor
ensanchan
los relojes
y
alargan los espacios.
martes, 18 de junio de 2019
Caldíaco (Palabroterías - CCLXXVII)
Caldíaco:
Propiedad que tiene de acelerar el pulso cualquier caldo.
lunes, 17 de junio de 2019
sábado, 15 de junio de 2019
viernes, 14 de junio de 2019
Sonata en clave de Sol - IV (Suelta de amarres - LII)
Cuando el sol se persone al otro lado
de la vista del mundo y su horizonte
y trascienda al océano y al monte
y Morfeo comparta su costado
no abandones tu sueño triturado
por desengaños. Deja que remonte
la noche. Bajo las estrellas ponte
a soñar con tu sueño inalcanzado.
Así un día y otro eternamente.
Eres mota de polvo hecho calambre
como un rayo fugaz y peregrino.
Y polvo son tus sueños. Que tu frente
los grabe con la sed y con el hambre
precisos para hacerlos tu destino.
examen de autorreconocimiento (juanmanual de supervivencia - XXVI)
examen de autorreconocimiento
mi nombre es
mortal…
son mis
apellidos espira prima de una mujer nueva…
tengo la
edad de doce lunas llenas por las vueltas que al astro solar di…
vivo en el
limbo de los
pre-
ci-
pi-
cios…
-la gran
ciudad se me hace tan pequeña…-…
la luna es
un taller donde diseño arrestos de mi vida en tinta gris…
soy un áureo
eslabón clasificable…
resulta por
lo tanto fácil dar
con los huesos de todos mis
¿excesos…?...
/ ¿escritos…?...
¿todos…?...
¡no…!...
siempre habrá
nuevos silencios
preñados y a
un tris tras de una sentencia
que liberte
sus encerrados gritos…
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