Epitafio
Habéis sido mis pies por caminos
que nunca pensé recorrería,
y mis suelas la noche y el día
de mis andanzas de peregrino.
Riendas al caprichoso destino
disteis con humilde letanía
de un paso a paso que pretendía,
con suerte, toparse con su sino.
Mas toca continuar sin vosotras,
y qué extraño pensar que sean otras
las compañeras de mis andares.
Qué extraño los senderos de España
por el prado, el valle, la montaña,
sin, mis botas, daros mis cansares.
Aquí os dejo, en mitad de la senda,
con vara y pañuelo de blasones
y con estos versos como ofrenda.
No... Que no os penaré a borbotones
pero no os olvidaré, y de prenda
me quedaré con vuestros cordones.
04/09/2020
Camino de Chiclana a Medina Subiendo el Iro
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