Resulta curioso que el escultor sevillano Antonio Susillo (1857-1896), gran admirador del poeta y autor de la placa conmemorativa que se colocó en la fachada de la casa donde nació Gustavo Adolfo Bécquer en la calle Conde de Barajas, se suicidara un 22 de diciembre, esto es, mismo día en que Bécquer falleciera en Madrid.
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