Las cifras son demasiado demoledoras. Hoy salen a la luz los
últimos datos del desempleo. Octubre cerró ejercicio con más parados. El
territorio nacional sitúa la cota nuevamente por encima de los 4,5 millones. Y con
estos datos lo único que se confirma es el daltonismo del Gobierno de Rajoy,
que ve brotes verdes donde realmente hay un marrón que va a resultar muy, pero
que muy difícil de lavar; no en vano, el empresariado pide años –mínimo, un
quinquenio-, y otras medidas que, visto lo visto, no son las que ha venido
aplicando el Ejecutivo, mientras que Bruselas da por excesivamente ilusorias
las previsiones de crecimiento económico que este maneja.
Son cifras demasiado demoledoras como para que en el
ciudadano del día a día pueda germinar esperanza alguna. Lo único que le saca
una sonrisa es el hecho de pensar que estas cifras tan demoledoras lo son aún
más para esos que dicen llevar las riendas del país. Como demoledores son las
cifras y los datos de intención de voto en los próximos comicios generales y que
dejan muy mal parados a los dos principales partidos del espectro político
nacional, PP y PSOE, en favor de un emergente Podemos que cuenta cada vez con
mayor favor de un soberano pueblo harto y cansado de un bipartidismo minado de
corruptos y de más de lo mismo con un mero intercambio de siglas.
Y como la cifra de corruptos es también tan demasiado
demoledora, como se evidencia día sí y el siguiente también, y los políticos de
una y otra parte, avergonzados, están desdibujando de su rostro el semblante de
prepotencia y soberbia que tanto gustan de lucir –salvo en los periodos de
campaña electoral-, pues parece ser que sí, que van surgiendo brotes verdes;
muy en la lejanía, pero brotes verdes; brotes verdes en el rictus del ciudadano
que camina por los duros adoquines del día a día y que, pese a todo, se
mantiene a la espera de que en su rostro aparezca la sonrisa. La sonrisa de
satisfacción. La satisfacción de darse cuenta verdaderamente del poder que
tiene para intentar cambiar las cosas. Podemos no es la apuesta; Podemos es el
farol. Tanta demoledora cifra, la jugada de jaque. Solo hay que mirar las caras
de los populares: el ciudadano se ha defendido atacando y el mate está servido.
No sé si el ciudadano ha encontrado realmente indicios de motivos
para sonreír, pero en su desesperación ha lanzando un órdago sobre el tablero
que les ha quitado a los políticos de gobierno por turno las ganas de reírse
tanto de la ciudadanía. Brotes verdes; sí. Al final Rajoy va a tener razón y
todo.
Juanma, yo que escucho a diario la COPE, hoy definian el dato del paro como notable. Tu para mi que eres catastrofista por naturaleza.
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