A propósito de seis Henry-Moores de paso por Cádiz
1
Tú sabrás por qué la Victoria Alada
de Samotracia ha querido
transmutarse en velado bronce
y abandonar de tan fantasmagórica negra manera el Louvre
para posar por las calles del mundo y de Cádiz
cortando con su afilada presencia
la serenidad del aire azul marino…
Tú sabrás por qué…
2
Si no fuera por esos muslos
tan de retorcido culo
y aparentes bragas a medio quitar
diría que tras tu perra cara se esconde
un hocico de mujer en celo…
Por eso mismo dame de beber
de la profundidad de tus pezones
igual que si bebiera de tus ojos…
3
Si fueras el ocho de mi vida
ambos seríamos dos tiburones
a un punto de encontrarse
en medio de la plaza
más catedralicia de Cádiz…
4
Cuando no soy la madre que me parió
tampoco puedo ser el hijo
que llevé en mis adentros…
La noche sigue siendo metálica
dentro y fuera de la noche…
5
Tengo los sesos ennegrecidos
de devanármelos intentando
comprender si los huesos de mi rodilla
no encajan solo por el libre albedrío
de la simple evolución humana…
6
"Echamos un polvo negro…?...",
preguntaba una excitada piedra
a su piedra adlátere que andaba a cuatro patas
abierta en broncínea humedad brillante
de manifiestos huecos con hambre
de responder que sí…
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