jueves, 25 de junio de 2020

viajero de bolsillo (juanmanual de supervivencia - XLVIII)




viajero de bolsillo 

lo reconozco… soy
un viajero de bolsillo…

llevo toda una vida de periplo
bajo los mismos principios
y en los mismos términos
girando y girando con la misma referencia
del mismo eje existencial…

y lo peor de todo es que creo seguir dispuesto
a continuar en esta paulatina dinámica incesante
algunos kilómetros más…
tantos pasos como me concedan los días
del camino venidero…

pero lo reconozco… soy
un viajero de bolsillo…

no aspiro a la conciencia
de los más de trece mil millones de calendarios
calcinados desde las primeras estrellas
en su infinita errancia
de cuyos polvos itinerantes pudiera ser
que se me fabricara
en el alfar genérico del orbe…

y aunque he viajado tanto
que no sé si sabré contar
en la libertad de unos versos libres
tantas rutas con anotaciones
en el cuaderno de bitácoras de mi memoria
reconozco que soy
un viajero de bolsillo…

y así perdí la cuenta
por ejemplo
de las veces que fui
hasta la panadería de la esquina
sujeto al ánimo superviviente
a por el pan nuestro de cada día…

e incontables me resultan las ocasiones que recorrí
buscando cada rincón ignoto
provisto de curiosidad y apetito
los supermercados de la abundancia
con intención de sufragar el coste
de mi experiencia consumista rutinaria
y calmar mi sed de vivir comúnmente
como un viajero más
en este tren colectivo con destino a todas
las aventuras cotidianas posibles
de las costumbres domésticas…

así como tampoco soy capaz de calcular el número de veces
que desnorté mis pasos
y anduve por esos nocturnos entramados
de urbana concepción asfáltica sin ir más lejos
de mi barrio y sus barrios adyacentes
con inexorable regreso al mismo féretro de sábanas
antes de que apareciera el sol neonato
del día y pudriera
mi ración necesaria de sangre maldita…

o de las veces que no compré
más que el billete de ida al mar
de la playa que habitaba mucho más
que casi todos los días
a tres calles y una avenida
de distancia de mi taller de versos de donde partían
olas también sin pretensiones de orilla…

lo dicho… soy
un viajero de bolsillo…
un aventurero de distancias cortas…

y por viajar viajé en vagones de narcóticas ensoñaciones y humaredas
con los ojos como cristales saboreando
las volutas grises clandestinas de los pólenes cremados
que llevan por senderos a los trópicos del limbo de otras sensaciones
ultrahumanas…
chamanes de barrio
procuraron mi adicción al conocimiento
de nuevos mundos con estancias libres de malos rollos
y paz interior dibujada con espirales de resinoso aroma…

y por fortuna en este deambular
me crucé también con los ojos de los universos paralelos
similares al mío…
y clavé el cuerpo igual que el saltador de trampolín
en retinas como océanos… el objetivo era conocer
y viajar por los mundos desconocidos
de otros viajeros de bolsillo como yo
que navegaban a la aventura de los más cercanos puertos
sin necesidad de atraque definitivo
pero con la referencia del sedentarismo místico
en el hogar de la urbe propia y del día a día
repitiéndose… y así durante cuarenta y cinco años de periplo
en mi caso de viajero de bolsillo…

ahora ya solo me queda rebuscar entre las telas
de los muslos de mi memoria andante
a ver si encuentro billetes de recuerdos
que me lleven a la ninguna parte física
de mis imaginaciones sin moverme de mi sitio…

más o menos como siempre…

No hay comentarios:

Publicar un comentario