A la Comarca de Guadix
Tenéis
cielos azules puros, limpios,
para
imperio del astro sol rodante
y
para que dibujen su silueta
de
fondo cumbres blancas a lo lejos.
Tenéis
colinas como si un océano
arcilloso
emergiera entre barrancos,
y
vegas de frondosas contexturas
gentileza
del Fardes y el Guadix.
Tenéis
el Gor. Y tenéis robledales
y
encinares. Y vistas esteparias.
Calor
y frío. Piedras que son techo
y
paredes, las almas de las casas.
Tenéis
las derretidas cristalinas
aguas
ocultas, sangre de la tierra
que
filtra vida en fértiles latidos
y os
da cebada, olivos, vid, almendros…
Tenéis
memoria de perdidas frutas
que
eran preciosos manjares en árboles
colgados
que llamaban la atención
y
otorgaban renombre a la comarca.
Tenéis
las manos y los corazones.
Y
los pulmones llenos de pureza.
La
tierra sigue estando a vuestros pies
tan
bondadosa, tan dada a serviros.
Todo
lo tenéis. Quejas solo caben
las
de la tierra dándose a parir
lo
que de vuestra siembra cobre vida,
gentes
de la Comarca de Guadix.
Cádiz, 2018
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