las tres cosas
el naufragio
termina
siendo inevitable…
no es
preciso prepararse… nadie sabe
cómo será…
cuándo vendrá… por dónde llegará…
con todo
tampoco
viene mal
tener
preparado un kit de supervivencia…
tres cosas…
las tres cosas…
las tres
cosillas necesarias por si alguna vez recalas
en la playa
encontrada en la isla perdida…
recuerdos…
un cofre
repleto de recuerdos más brillantes y cegadores
que doradas
monedas recién bruñidas
resplandecientes
sobre la arena bajo el sol
o a la luz
celeste del imperio estelar nocturno…
señales
serán en la lejanía que propicien el rescate… si alguna vez lo precisaras…
corazón…
a tope…
rotundo… latiendo… reventando el pecho… contundente…
marcando el
rítmico tránsito por los días de las emociones…
transformando
la pasión en materia combustible
y la
esperanza en el sublime mandamiento…
y deseo…
más deseo…
mucho más deseo… tanto
que se
asemeje a la empapada sed
con hambre
de comerse el mundo tal que si un tsunami fuera
y de beberse
una existencia entera a las vivas brasas de los tórridos días…
la
supervivencia no es segura…
pero tal vez
sí sea posible poner a salvo
siquiera
alguna huella de toda una errancia…
y ya eso no
es poca cosa…
cadiz, 2014
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