viernes, 12 de junio de 2015

Malasaña, un barrio con duende (Articulando es gerundio - VIII)




Hay barrios con duende. Y yo sé lo que me digo porque entiendo de eso. Soy de Cádiz. Y precisamente mi Cádiz es una de las ciudades donde los barrios con duende abundan. Y como los gaditanos siempre vamos un poco más allá en lo que decimos diré que no hay barrio en Cádiz que no tenga duende, por una razón u otra. Cádiz tiene duende.

Pero ahora que estoy en Madrid y camino por sus calles con los ocho puntos cardinales de mis sentidos a flor de piel para empaparme de todo, ando descubriendo que, como no podía ser menos, Madrid también tiene numerosos lugares con duende. Vamos, que Madrid tiene duende. Y estando en estas no he podido evitar enamorarme del barrio de Malasaña y más concretamente de su Calle del Pez. Será por muchas cosas; por ejemplo, por haber encontrado en esa calle unas amistades con el afecto y el cariño tan a flor de piel como mis sentidos. Las dos Elenas, Jose, Juanito y la gente del teatro Alfil y de compañías que por allí desfilan tienen gran parte de culpa. Sí; allí, en el barrio de Malasaña, encontré algunas de mis primeras amistades madrileñas y, como en el caso concreto de Elena Macías, gadileña o madritana -lo que ella prefiera-, pero de Cádiz, como yo.

Ellas y ellos son duendes del barrio de Malasaña desde la Calle del Pez; una calle que desde hoy y hasta el próximo domingo 14 abre el tarro de sus esencias con una programación de actos para celebrar sus fiestas. Y en estas fiestas se vuelcan todos para que no falte de na; ni concurso de tortillas para compartir entre vecinos, ni fiesta infantil, ni muestras de bailes variados y danza, ni rutas de vermut y cerveza artesana, ni reparto de panes de san Antonio…

Y como el duende está presente y la medida del duende radica en la medida de su arte, tampoco faltan exposiciones de artistas plásticos, presentaciones de obras literarias, conciertos de música… Y todo aquello que precisa el espíritu para enriquecerse más allá de las tortillas de patata, los panes de san Antonio y las artesanales cervezas… Y todo eso con la complicidad de asociaciones, colectivos y plataformas del entorno... Y todo esto por amor al arte de recuperar unas fiestas que una vez desaparecieron del panorama cultural del barrio…

Que sí. Que tiene duende Madrid, tiene duende Malasaña y tiene duende la Calle del Pez. Y eso queda a la vista. Y desde hoy y hasta el domingo ese duende se manifiesta un poquito más.

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