Hay barrios con duende. Y yo sé lo que me digo porque
entiendo de eso. Soy de Cádiz. Y precisamente mi Cádiz es una de las ciudades
donde los barrios con duende abundan. Y como los gaditanos siempre vamos un poco
más allá en lo que decimos diré que no hay barrio en Cádiz que no tenga duende,
por una razón u otra. Cádiz tiene duende.
Pero ahora que estoy en Madrid y camino por sus calles con los
ocho puntos cardinales de mis sentidos a flor de piel para empaparme de todo,
ando descubriendo que, como no podía ser menos, Madrid también tiene numerosos
lugares con duende. Vamos, que Madrid tiene duende. Y estando en estas no he
podido evitar enamorarme del barrio de Malasaña y más concretamente de su Calle
del Pez. Será por muchas cosas; por ejemplo, por haber encontrado en esa calle
unas amistades con el afecto y el cariño tan a flor de piel como mis sentidos.
Las dos Elenas, Jose, Juanito y la gente del teatro Alfil y de compañías que
por allí desfilan tienen gran parte de culpa. Sí; allí, en el barrio de
Malasaña, encontré algunas de mis primeras amistades madrileñas y, como en el
caso concreto de Elena Macías, gadileña o madritana -lo que ella prefiera-,
pero de Cádiz, como yo.
Ellas y ellos son duendes del barrio de Malasaña desde la Calle
del Pez; una calle que desde hoy y hasta el próximo domingo 14 abre el tarro de
sus esencias con una programación de actos para celebrar sus fiestas. Y en
estas fiestas se vuelcan todos para que no falte de na; ni concurso de tortillas para compartir entre vecinos, ni
fiesta infantil, ni muestras de bailes variados y danza, ni rutas de vermut y
cerveza artesana, ni reparto de panes de san Antonio…
Y como el duende está presente y la medida del duende radica
en la medida de su arte, tampoco faltan exposiciones de artistas plásticos,
presentaciones de obras literarias, conciertos de música… Y todo aquello que
precisa el espíritu para enriquecerse más allá de las tortillas de patata, los
panes de san Antonio y las artesanales cervezas… Y todo eso con la complicidad
de asociaciones, colectivos y plataformas del entorno... Y todo esto por amor
al arte de recuperar unas fiestas que una vez desaparecieron del panorama cultural
del barrio…
Que sí. Que tiene duende Madrid, tiene duende Malasaña y
tiene duende la Calle del Pez. Y eso queda a la vista. Y desde hoy y hasta el
domingo ese duende se manifiesta un poquito más.
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